
Mateo 11:25-30 (NVI)
25 En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños.
26 Sí, Padre, porque esa fue tu buena voluntad.
27 »Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.
28 »Venid a mí todos vosotros que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso.
29 Cargad con mi yugo y aprended de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestra alma.
30 Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana».