
1 Samuel 2:1-9 (NVI)
1 Ana elevó esta oración:
«Mi corazón se alegra en el Señor;
en él radica mi poder.
Puedo celebrar tu salvación
y burlarme de mis enemigos.
2 »Nadie es santo como el Señor;
no hay roca como nuestro Dios.
¡No hay nadie como él!
3 »Dejad de hablar con tanto orgullo y altivez;
¡no profiráis palabras soberbias!
El Señor es un Dios que todo lo sabe,
y él es quien juzga las acciones.
4 »El arco de los poderosos se quiebra,
pero los débiles recobran las fuerzas.
5 Los que antes tenían comida de sobra
se venden por un pedazo de pan;
los que antes sufrían hambre
ahora viven saciados.
La estéril ha dado a luz siete veces,
pero la que tenía muchos hijos languidece.
6 »Del Señor vienen la muerte y la vida;
él nos hace bajar al sepulcro,
pero también nos levanta.
7 El Señor da la riqueza y la pobreza;
humilla, pero también enaltece.
8 Levanta del polvo al desvalido
y saca del basurero al pobre
para sentarlos en medio de príncipes
y darles un trono esplendoroso.
»Del Señor son los fundamentos de la tierra;
¡sobre ellos afianzó el mundo!
9 Él guiará los pasos de sus fieles,
pero los malvados se perderán entre las sombras.
¡Nadie triunfa por sus propias fuerzas!